Cuando tienes hijos todo el mundo te dice que lo disfrutes mucho porque el tiempo pasa rapidísimo y no se equivocan en absoluto. Parece mentira pero el mes pasado celebramos el segundo cumpleaños de Alexander y ha recibido muchos regalos que le están encantando. Me he esperado un poco antes de hacer esta entrada porque quería ver con qué juguetes jugaba más a menudo y así hablaros de ellos.

Una de las cosas que sabíamos que queríamos regalarle era una cocinita. Los niños aprenden jugando por imitación y es nuestra responsabilidad como padres educarles desde pequeños en la igualdad de géneros, así que una cocina de juguete nos parece algo para que tanto niños como niñas se diviertan. Aprender que todos los que viven en casa tienen que colaborar en las tareas del hogar es muy importante y una buena manera de dejar atrás estereotipos. Pero aparte de todo esto a Alexander le encanta jugar con ella. Estuvimos viendo varias (incluida la del Ikea) y nos decantamos por esta de la marca Hape. Nos encantan los juguetes de esta marca, son todos de madera y el año pasado le regalamos uno de los cubos  y sigue jugando con él así que cuando la vimos en la tienda no tuvimos duda. Es un poco más grande que la del Ikea y viene con sartén, olla y un par de cucharas. Nosotros además compramos un set de verduras, pan etc que trae una tabla para cortar y un cuchillo de madera. Por ahora lo que más le gusta es meterlo todo en el horno y dártelo para que lo pruebes.





Otro de los regalos que han triunfado son los Lego Duplo. Alexander juega mucho con bloques de apilar o encajar y los Lego Duplo son perfectos para él. Además puzzles de madera de dos piezas para aprender a encajar y los nombre de los animales han sido otros de los favoritos este año. Todos estos juguetes son muy duraderos y no emiten sonidos estridentes (cosa que los padres agradecemos).

Aparte de esto por supuesto no pueden faltar libros y cuadernos para colorear (aunque esto no se limita sólo al cumpleaños).

Espero que os haya ayudado a coger ideas por si tenéis que hacer regalos para niños de más o menos la misma edad que Alexander.

Muchos saludos,

Pilar

En Septiembre me di cuenta de que lo que en un  principio iban a ser 10 meses en Alemania se habían convertido en 8 años (que se dice pronto). Y viviendo aquí hay muchas costumbres que ya he interiorizado y que me encantan, y sin embargo hay otras que me resisto a adoptar. Cuando vives en otro país creo que es importante hacer un esfuerzo para integrarse e incorporar en tu día a día algunas costumbres, por supuesto sin rechazar las tuyas. Por eso en nuestra casa tenemos una mezcla de costumbres típicas alemanas y españolas y aquí os voy a dejar algunas que creo que os pueden resultar curiosas.

Descalzarse
Una de las cosas que más me llamaron la atención los primeros meses, es que nada más entrar en casa se quitan los zapatos. Así que en la entrada siempre hay un mueble zapatero donde guardarlos. Esto no se limita sólo a tu propia casa sino que también se aplica cuando vas a visitar a amigos. Así que es importante llevar calcetines bonitos (y no muy viejos) y en verano no llevar los pies feos ;). Incluso en la guardería dejamos unas zapatillas allí y cada mañana cuando llegamos los zapatos de la calle se quedan en el zapatero. A mí esta costumbre me encanta y la adapté a mi casa enseguida. Aquí como bien sabéis, el tiempo no suele ser demasiado bueno; hay muchísimos días de lluvia y nieve y esto conlleva que la mayoría de veces llevemos botas que además están sucias por el mal tiempo. Imaginaos si todo el mundo entrara a vuestra casa con unas botas llenas de barro y se paseara por vuestro salón, seguro que no os haría demasiada gracia. Así que para evitar meter en casa tanta suciedad los zapatos se quedan siempre en la puerta.

Las persianas
Con esto si tengo un poco más de problema. Y es que en Alemania (y creo que en general, en los países nórdicos) las persianas brillan por su ausencia. Es muy difícil encontrar una casa que las tenga. De hecho ahora es algo que poco a poco se empieza a poner más a menudo y las casas más nuevas si las tienen, pero es algo que por regla general no encontraréis. De hecho yo llevo mis 8 años sin persianas y las echo de menos. Hace un tiempo os comenté por Instagram que nos hemos comprado una casa y estamos de reformas, pues bien nuestra casa sí tiene persianas y casi lloro de la emoción. La razón de que no las usen es para aprovechar al máximo la luz del día que durante el invierno es muy poca, ya que anochece muy pronto. Mi problema es cuando llega el buen tiempo, ya que al contrario de lo que pasa en invierno, en verano amacene prontísimo y entra mucha luz muy temprano. Para arreglar esto, la gente suele tener en las habitaciones cortinas que no dejan pasar la luz y cuando quieren las echan, pero a mí la verdad esas cortinas no me gustan nada. Prefiero mis persianas mil veces.

 Ruhezeit
Esta palabra alemana no tiene traducción directa al español, pero vendría a ser algo como horas de descanso. Hay una norma no escrita que implica que desde más o menos las 22:00 h hasta las 6:00 de la mañana no se hace ruido. Esto incluye no poner lavadoras o música fuerte... todo lo que pueda molestar a los vecinos. Y qué quereis que os diga, la tranquilidad es algo que no se paga con dinero. Además esto se estira un poco más y es que los alemanes una vez entran en casa quieren desconectar de todo, así que es de muy mala educación hacer visitas más allá de las 18:00 o incluso llamar por teléfono más tarde de las 20:00. Lo de las visitas es algo aparte porque ningún alemán hace una visita sin haberte llamado por lo menos unos días antes y haber acordado una hora contigo (nada de visitas espontáneas a las casas). Esto es algo a lo que me fui acostumbrando sin darme cuenta y cuando estuvimos de vacaciones en España me llamó la atención lo mucho que me molestaban las visitas a deshora o cuando yo quería ya estar tranquila en casa que llamaran al timbre.

El saludo
Aquí más de una vez me he encontrado a medio camino sin saber qué hacer. En España cuando te presentan a alguien lo normal es dar dos besos en las mejillas y eso lo tenemos más que interiorizado. Da igual si es amigo o familiar tuyo o si es una persona que te acaban de presentar, los dos besos es la forma normal de saludarse. Aquí esto no se hace y es que los alemanes guardan un poco más las distancias. Para ellos los besos es algo más íntimo y lo que suelen hacer es dar la mano si es alguien que no conocen. Si es alguien con el que ya tienes más amistad se dan un abrazo. Para conocidos el abrazo es más hueco pero si son amigos si que ya dan abrazos de oso en los que te aprietan. Esto se aplica tanto a hombres como a mujeres.

Comprar flores
 Y no me refiero a comprar flores para regalarselas a alguien (que también lo hacen mucho). Si no a comprar flores frescas para tu propia casa. Aquí rara es la calle que no tiene una floristería y allí hay siempre en la puerta cubos con ramos ya hechos listos para llevar. Pero es incluso más fácil que eso ya que en todos los supermercados justo a la entrada hay ramos de flores también ya preparados. Así que simplemente cuando vas a hacer la compra puedes cogerlo y meterlo en el carrito. La mayoría de gente tiene siempre algunas flores en casa (yo compro muy a menudo) y las renueva semanalmente.


El reciclaje
Reciclar en Alemania es obligatorio y no hay otra opción. Hay unas bolsas de basura amarillas y otras azules que son las que se deben unsar y te las dan gratis en el supermercado. Una es para plásticos y envases y la otra para papel y cartón. No hay contenedores de basura por las calles, sino que una vez a la semana sacas las bolsas a la calle y el camión pasa y se las lleva. Cada edificio tiene su propio contenedor para los residuos orgánicos y ese pasan más a menudo a recogerlo. Así mismo estás obligado a separar el vidrio. Además las bolsas son semitransparentes y se ve los que hay dentro. Si algo no corresponde no se llevan la bolsa. Otra cosa es el reciclaje de las botellas de agua y bebidas en general. Cuando compras algo en botella o lata en el supermercado ya te están cobrando un extra por el envase, este extra te lo devuelven cuando vuelves a llevar las botellas vacías al supermercado. Hay unas máquinas que leen el código de barras de las botellas y te dan el ticket con el importe que en la caja te devuelven o te lo descuentan de la compra. Funciona estupendamente y no cuesta nada.

Kaffee und Kuchen
O lo que viene siendo café y pastel. Esto es una de las costumbres que más me gustan de Alemania. Es toda una tradición y no se necesita tener ninguna ocasión especial o tener invitados en casa para hacer un pastel y comerte un trozo con un café. Esto se hace sobre las 15 o las 15:30 (sobretodo el fin de semana). Si algún alemán te invita a su casa a Kafee und Kuchen ya sabes que seguramente será un pastel casero! A mi suegro le encanta hacer pasteles y hace uno o dos a la semana (no os exagero) y no necesita que sea nada especial para disfrutar de una merienda rica rica.



Bueno estas son algunas de las costumbres que viviendo aquí he ido incorporando a mi día a día y que más me llamaron la atención los primeros meses que viví aquí. Si habéis vivido o vivís en otro país que no sea el vuestro, dejadme en los comentarios alguna de las costumbres que os han resultado más curiosas y si las habéis adoptado en vuestras rutinas.

Muchos saludos,

Pilar

 
Los bagels son un pan tradicional de la gastronomía judía que ya hace un tiempo se ha extendido por todo el mundo. Son especialmente conocidos en Estados Unidos y Canadá aunque poco a poco van haciéndose hueco en Europa también. En nuestra luna de miel en Nueva York, raro era el día que no desayunábamos un bagel y un café, y nos encantaba. Se pueden rellenar con mil combinaciones distintas y son además muy esponjosos. Como todavía es difícil encontrar sitios donde comprar bagels ricos, aquí os dejo una receta que a nosotros nos encanta. Las manos que veis en las fotos son las de mi marido que se prestó de modelo ;)

Ingredientes para 12 bagels:

480 gr. harina de fuerza
50 gr. harina normal (un poco más para espolvorear)
3 cucharaditas de levadura seca
3 cucharaditas de aceite de girasol
7 cucharaditas de miel
2 huevos
Semillas (girasol, calabaza, amapola, sésamo...)
1 pizca de sal
250 ml agua tibia

1.  Mezclar en un cuenco grande los dos tipos de harina, la levadura y la sal. En un vaso medidor mezclar el agua tibia, el aceite, 3 cucharadas de miel y uno de los huevos.

2. Haz un agujero en medio de la harina y echa los ingredientes líquidos. Empieza mezclando con una cuchara de madera y continúa a mano.

3. Espolvorea con harina una superficie y amasa hasta que obtengas una textura elástica pero no pegajosa. Si es demasiado pegajosa espolvorea más harina.

4. Engrasa un cuenco con aceite y pon la masa dentro para reposar. Cúbrela con film de cocina o con un trapo de cocina húmedo. Déjala reposar durante 1 hora en un lugar cálido hasta que la masa hay duplicado su tamaño.

5. Espolvorea de nuevo la superficie con harina y amasa ligeramente. Pon agua a hervir en una olla con las cuatro cuharaditas de miel restantes. Precaliente el horno a 180°C.

6. Divide la masa en 12 piezas y haz amásalas como bolas. Presiona con un dedo en el centro de cada bola para crear un anillo. Haz el agujero de unos 4 cm porque luego siempre se cierra un poco.



7. Prepara dos bandejas de horno con papel y un paño de cocina sobre la encimera. Usando una espumadera introduce los bagels en el agua hirviendo. Según como sea de grande la olla debrás introducirlos uno a uno o quizá puedas hervir dos a la vez. Lo importante es que no se peguen. Hierve los bagels durante 2 minutos por cada cara y sácalos a escurrir en el paño de cocina.

8. Una vez hayas hervido todos los bagels y se hayan escurrido los pones en las bandejas de horno (con papel de horno). No los pongas muy juntos para que no se peguen. Pinta los bagels con un huevo batido y espolvorea las semillas que más te gusten.


9. Hornea durante 15-20 minutos o hasta que adquieran un color doradito.

Los puedes servir calentitos o fríos  que también están riquísimos. Admiten tanto rellenos dulces como salados. Aunque el más típico es el de queso de untar con salmón ahumado, con aguacate también están buenísimos y son muy prácticos para llevártelos a la oficina.

 
Espero que os haya gustado la receta y que si os animáis a hacerla me dejéis en los comentarios qué tal os ha salido así como vuestros rellenos favoritos.

Muchos saludos,

Pilar

Aquí en Alemania en Octubre hay dos semanas de vacaciones, que nosotros aprovechamos para hacer el primer viaje en coche con Alexander. No queríamos conducir distancias demasiado grandes para que no le resultara pesado, así que decidimos a ir a Holanda. En esta entrada os cuento un poco el itinerario que hicimos y cómo buscamos actividades para que a Alexander el viaje le resultara divertido. Viajar con niños significa que puedes planear un horario o unas visitas concretas pero hay que ser flexible a la vez. Adaptarse a sus ritmos y a su estado de ánimo son muy importantes para no acabar tirándose de los pelos y pensando que no vais a hacer más vacaciones en familia hasta que cumpla los 18. Las ciudades donde nos hospedamos fueron Utrecht, Alkmaar y Groeningen. Decidimos no entrar a Amsterdam porque mi marido y yo ya conocemos la ciudad y conducir por allí es un aunténtico caos. Además el aparcamiento es caro y por eso nos decantamos por Utrecht.

Utrecht
El primer día fuimos en coche de Hannover a Utrecht (unas tres horas y media). Salimos temprano y Alexander durmió un buen rato en el coche. Despúes con algunos capítulos de Peppa Pig, un par de libros para pintar y algunas galletas conseguimos que el viaje de ida fuera muy tranquilo. Nada más llegar a Utrecht nos fuimos a comer algo a la zona de Vismarkt que está al lado del canal más grande. Utrecht es preciosa, es mucho más tranquila que Amsterdam pero con el mismo encanto. No hay tantas aglomeraciones de gente y pasear por sus calles es muy agradable. Visitamos por fuera el Utrechter Dom (Catedral de San Martín) y un par de tiendas de quesos (indispensable).




Por la tarde, una vez que Alexander hubo descansado después de comer visitamos el Nintje Museum. Nintje es un personaje de dibujos animados que en el resto de Europa se conoce como Miffy y su creador (Dick Bruna) vive en Utrecht. Miffy es muy conocida en Holanda desde hace muchos años y tiene su propio museo en la ciudad. Tal como os podeis imaginar es un museo completamente pensado para niños, donde todo es para jugar. Visitas la casa de Miffy donde puedes jugar en la cocina o regar las plantas del jardín. Puedes leer todos los libros en la biblioteca en los diferentes idiomas, poner la mesa... y en la segunda planta encontrarás el baño y la cama de Miffy (donde pueden saltar).

En el resto de salas hay muchísimas actividades creativas: mesas de luz, puzzles gigantes, caballetes para pintar, cubos para hacer torres, cojines para sentarse y leer, un zoo con animales que hacen sonidos... todo lo que os podáis imaginar. Alexander disfrutó muchísimo y nosotros también.

Geertjes Hoeve
Al día siguiente nos pusimos en ruta de camino a Alkmaar. De camino hicimos una parada en Geertjes Hoeve que es una granja a unos 20 minutos de Utrecht. Allí nada más entrar hay muchos juguetes con los que todos los niños pueden jugar, además esparcidos por la granja hay columpios, toboganes (para acceder a uno de los toboganes hay que trepar por balas de paja y es muy divertido) y todo tipo de atracciones de parque. Pero la razón por la que fuimos a la granja es porque puedes ver los animales y eso a Alexander le gustó muchísimo. Tienen muchas cabras y las más pequeñas están en un establo aparte, para las que puedes comprar un biberón de leche y dárselo. Nos os podés imaginar lo que disfrutó con los animales. Admás había llovido por la noche y habían algunos charcos lo que para él siempre es motivo de alegría ;)
Zaanse Schans
Siguiendo en ruta hacia Alkmaar paramos en Zaanse Schans. Es un barrio en el municipio de Zaanstadt donde hay molinos históricos de más de 200 años de antigüedad que todavía siguen en funcionamiento. Debo decir que es un sito muy turístico y como tal encontraréis muchísima gente y todo bastante caro. Nosotros optamos por aparcar el coche y simplemente pasear y ver los molinos por fuera ya que hay que pagar entrada para cada molino que quieras ver. De todas maneras es un sitio precioso que creo que sí se merece una parada para dar una vuelta y disfrutar de las vistas.



Alkmaar
Alkmaar es conocida por su mercado de queso que se hace el la plaza del mercado una vez a la semana. Nosotros no pudimos disfrutar del mercado ya que sólo lo hacen de Abril a Septiembre (ya lo sabíamos antes de ir) pero la verdad es que la ciudad es muy bonita. Como ya no es época de mercado no hay turistas ni aglomeraciones, es todo muy tranquilo y perfecto para ir con los más pequeños (eso sí, cuidado con las bicis). Estuvimos paseando por el centro de la ciudad y merendamos unos poffertjes que es un dulce típico holandés muy parecido a las tortitas pero más pequeños. Se suelen servir espolvoreados con azúcar glas y si quieres con Nutella por encima. No hace falta que os diga que están buenísimos no?. En Alkmaar nos quedamos dos noches porque queríamos visitar Volendam y Edam que están bastante cerca.



Volendam y Edam
Están muy cerca uno de otro y se pueden visitar en una mañana los dos. Volendam es un pueblo pesquero a orillas del lago IJsselmeer. Un encanto para pasear y si eres como Alexander para enfundarte las botas de agua y meter los pies en el lago. Comer en alguno de los restaurantes en el puerto y disfrutar de las vistas es un planazo. Edam está a 10 minutos en coche y bien lo conocerés por el queso Edammer. La verdad es que no hay nada concreto para visitar en Edam aunque si os diré que es precioso y vale la pena pasar la tarde, perderse entre sus calles y tomar un café.


Groeningen
Nuestra última noche en Holanda la pasamos en Groeningen ya de camino hacia Hannover ya que está muy cerca de la frontera alemana. Es una ciudad bastante grande y no tiene el encanto de las otras. Utrecht es grande también pero es preciosa, sin embargo Groeningen no me pareció tan bonita. Es muy conocido el mercado de la plaza donde hay muchos puestos de comida y flores. Además tiene una calle peatonal llena de tiendas. Si tenéis niños una de las tiendas que quizás os puede interesar es la tienda que tiene la marca A Little Lovely Company en el centro de la ciudad. Además de tienda es un café donde puedes tomar batidos y miffins de colores. Nosotros compramos un par de cositas para la habitación de Alexander.

Y hasta aquí nuestra ruta por Holanda en coche. Hemos disfrutado mucho y aunque como siempre cuando viajas con niños hay momentos donde dices: "dónde nos hemos metido" han sido unas vacaciones estupendas. Ahora me toca seleccionar fotos y hacer nuestro álbum para que no se queden las fotos en el ordenador.

Espero que nuestra ruta os ayude si estáis pensando en visitar Holanda, y si ya habéis estado dejadme en los comentarios qué es lo que más os gustó para apuntármelo.

P.D. Perdonad la calidad de las fotos en la entrada pero en este viaje en lugar de hacer fotos me dediqué a hacer un vídeo y esto son sólo capturas. 

Muchos saludos,

Pilar