Las primeras semanas después del nacimiento de un bebé siempre son una etapa intensa para el recién nacido y para los inexpertos padres. Llegan recomendaciones por todas partes sobre cómo hacer esto o lo otro, y puedes elegr si escuchas o si por el contrario decides seguir tu instinto. Pero una de las cosas en las que parece que todo el mundo está de acuerdo hoy en día es en la posición a la hora de dormir. Antes se recomendaba poner a los bebés boca abajo para evitar que si vomitaban un poco se pudiera ahogar, sin embargo y como me imagino que ya sabeis, esto ha cambiado hace un tiempo. Ahora se recomienda poner a los bebés boca arriba para dormir con el fin de reducir el número de muertes debido al Síndrome de muerte súbita del lactante (SMSL). Esta recomendación ha resultado muy eficaz para evitar la muerte súbita en recién nacidos pero como consecuencia negativa ha generado un aumento considerable de los casos de plagiocefalia postural o deformación del cráneo debido a la postura.

La plagiocefalia es una condición que hace que se desarrolle una zona plana o asimétrica en la cabeza del bebé. El tipo más común es la plagiocefalia posicional, que ocurre cuando el aplanamiento de la cabeza se desarrolla debido a algún tipo de presión externa. Los bebés son vulnerables porque al nacer tienen cráneos blandos y maleables. Suele darse en el primer trimestre de vida e incluso puede notarse durante las primeras semanas. Sobre las 8 semanas Alexander empezó a tener la parte posterior de la cabeza más plana y en una de las revisiones la pediatra me dió unos consejos que nos fueron estupendamente para corregirlo y un par de semanas más tarde había desaparecido por completo. Así que aquí vengo a contaros lo que nos funcionó a nosotros para que lo podais evitar o corregir desde el principio.

Más tiempo en brazos: Para prevenir el desarrollo de una plagiocefalia postural, la clave es reducir al máximo el tiempo que el bebé pasa tumbado en la misma posición. Pasar más tiempo en brazos es una de las formas más eficaces y satisfactorias de prevención tanto para el bebé como para los padres. 

Boca abajo para jugar: Durante el día es esencial que el bebé pase tiempo sobre su tripa para que pueda desarrollar su motricidad y fortalezca los músculos del cuello (siempre bajo supervisión y mientras esté despierto). Esto también ayuda a prevenir la plagiocefalia ya que no está tumbado y al fortalecer los músculos del cuello, tu bebé podrá mover la cabeza de un lado a otro más fácilmente mientras duerme y no la tendrá siempre en la misma posición. 

Rotar la cabeza: Cuando esté durmiendo durante el día, prueba a rotar su cabeza de vez en cuando para que mire alternativamente hacia los dos lados. A nosotros esto no nos funcionó tanto ya que Alexander siempre favorecía una posición y en cuanto pudo mover la cabeza un poco volvía hacia el mismo lado.

Mochilas portabebés: Salir a pasear en la mochila portabebés más a menudo en lugar de en el carrito. De esa forma el bebé no va tumbado y además les encanta estar tan cerca de papá o mamá.

Cojines especiales: Por último, esto fué lo que más no ayudó a nosotros a corregir y a evitar que volviera a aparecer la plagiocefalia. Son cojines que ofrecen un mejor soporte del cráneo. Tienen una cavidad en el centro que permite un mayor ajuste de la cabeza y aumenta la superficie de contacto reduciendo la presión en un mismo punto. Nosotros usamos éste de la marca Mimos y nos funcionó muy bien. Se lo ponía para viajar en coche e incluso a veces en el carrito. Se puede lavar muy bien.