Uno de los primeros lugares que visité cuando llegué a Alemania fué el Mar del Norte (Nordsee), concretamente Spiekeroog, una de las tres islas más conocidas. Nos gustó tanto que esta Semana Santa decidimos hacer una escapada familiar allí para disfrutarlo con Alexander.
Lo que más llama la atención de Spiekeroog y lo que más nos atrae a nosotros es que se trata de una isla libre de coches. No está permitida la circulación de vehículos a motor (excepto bomberos y ambulancias, claro), y tiene una contaminación bajísima. Además es perfecta para viajar con los más peques porque puedes pasear tranquilamente ya que todo el mundo se mueve a pie, en bicicleta o patinetes. Para llegar debes dejar el coche en un aparcamiento en la costa (Sielhafen Neuharlingersiel) y coger el ferry que tarda unos 45 minutos.
El pueblo de Spiekeroog ocupa una parte muy pequeña de la isla, ya que hay más de 15 km de costa a los que se puede llegar desde el pueblo. El fenómeno que más atrae de esta isla no es el hecho de que sea libre de coches, sino el fenómeno de la marea. El nivel del mar sube y baja de forma muy brusca en un mismo día y esto hizo que en 2009 fuera declarada patrimonio cultural de la UNESCO. El mar se retira tanto por la noche que en ocasiones se puede ir a pie de una isla a otra y deja al descubierto el suelo lleno de conchas, caracolas y pequeños peces. La isla cuenta con una protección natural frente a la marea a base de altas dunas de arena que evitan que la marea suba demasiado. Además el centro de la isla es un parque natural de especies de aves y plantas protegidas en el que se pueden hacer rutas de senderismo.
Además de los paisajes y la naturaleza hemos disfrutado mucho de los restaurantes en los que se come de maravilla, sobretodo pescado fresco de la zona, de las pastelerías e incluso hemos podido hacer una escapadita al cine.
Si alguna vez teneis la oportunidad de visitar el Mar del Norte, la isla de Spiekeroog es muy recomendable si buscais relax y naturaleza.
Espero que os haya gustado esta entrada y que me dejéis en los comentarios si os habéis escapado a algún sitio esta Semana Santa.
Muchos saludos,
Pilar