Este fin de semana ha sido uno de esos tranquilos, aquí ya empieza a refrescar poco a poco y cada vez apetece quedarse más en casa. Así que el domingo me puse a ojear nuestra nevera y me di cuenta de que teníamos una caja de arándanos que corrian el peligro de ponerse malos si no los usábamos rápido, y busqué alguna receta para hacer algo con ellos. Se me ocurrió darle una vuelta al típico brownie y la verdad es que ha quedado riquísimo. Yo hice la mitad de la receta que os pongo aquí porque no éramos tanta gente.
Ingredientes para el brownie: (para unas 12 porciones)
80 g de chocolate negro
80 g de chocolate con leche
125 g de mantequilla
1 cucharada de café soluble (espresso)
4 huevos
140 g de azúcar moreno
1 paquete de azúcar de vainilla
120 g de harina (yo usé harina integral y quedó muy bien)
1 pizca de sal
300 g de arándanos
Ingredientes para el glaseado:
150 g de chocolate negro
50 g de mantequilla
Precalentar el horno a 180°C. Derretir los dos tipos de chocolate y la mantequilla al baño maría. Disolver el café en una cucharada de agua caliente. A continuación batir los huevos, el azúcar moreno y el azúcar de vainilla hasta obtener una textura cremosa. Añadir el café, la harina y la sal y mezclar con una espátula. Agregar la el chocolate derretido y mezclar de nuevo bien. Finalmente añadir los arándanos bien escurridos.
Poner papel de horno en un molde cuadrado y verter la masa. Hornear entre 30 y 35 minutos (o hasta que el palillo salga seco). Dejar enfriar.
Mientras se hornea derretir el chocolate y la mantequilla al baño maría para la cobertura. Verterlo por encima del brownie y dejar que el chocolate se endurezca.
Cortar en trozos y servir.
Yo usé arándanos porque era lo que tenía en la nevera, pero me imagino que con frambuesas también puede quedar muy bien.
Si os animáis a hacerlo dejadme un comentario, contándome qué os ha parecido.
Un saludo,
Pilar